Concentrar toda la noche en el whatsapp de la mañana. Acariciarle la nuca a la cafetera express de cápsulas inteligentes. Planchar de mala manera la camisa de cuadros azules. Abusar del suavizante en la primera lavadora del día. Saludar desde la terraza a un tipo que conduce un enorme cortacésped. Triturar todo lo que tiene que triturar. Pasar de kilómetros a días, horas y minutos. Recibir la buena noticia de que todo sigue igual aquí y allí. Recordar que ha soñado que tenía bigote y ranchera. Meterse una sobredosis de Houellebecq. Despertar en el suelo de la cocina. Gastarse dos euros en lavar el coche. Apostar a que siempre llevó razón. Asumir la importancia de la vida inalámbrica. Repetir aquí y allí.. Golpear con un palo de golf al tipo del cortacésped. Dejarlo inconsciente. Esconderlo en el trastero. Preparar un zumo con naranjas recién compradas.
domingo, enero 22, 2012
Desórdenes
Concentrar toda la noche en el whatsapp de la mañana. Acariciarle la nuca a la cafetera express de cápsulas inteligentes. Planchar de mala manera la camisa de cuadros azules. Abusar del suavizante en la primera lavadora del día. Saludar desde la terraza a un tipo que conduce un enorme cortacésped. Triturar todo lo que tiene que triturar. Pasar de kilómetros a días, horas y minutos. Recibir la buena noticia de que todo sigue igual aquí y allí. Recordar que ha soñado que tenía bigote y ranchera. Meterse una sobredosis de Houellebecq. Despertar en el suelo de la cocina. Gastarse dos euros en lavar el coche. Apostar a que siempre llevó razón. Asumir la importancia de la vida inalámbrica. Repetir aquí y allí.. Golpear con un palo de golf al tipo del cortacésped. Dejarlo inconsciente. Esconderlo en el trastero. Preparar un zumo con naranjas recién compradas.
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